Buenas noches a tod@s!
espero que esas galletas de jengibre hayan sentado bien, jijiji, en casa aún nos quedan por esto de guardar la línea, así que quien quiera pasar a recoger unas cuantas, vía libre!
Hoy quiero hablar sobre uno de mis hobbies y que intento hacer cada vez que puedo, una SESIÓN DE SAUNA... puede sonar un poco raro porque, por lo menos en Canarias, no hay mucha tradición de sauna, tradición más habitual en países muy fríos como Finlandia. Pero vamos, si supierais todos los beneficios que aporta a nuestro cuerpo y también a nuestro estado anímico, no dudaríais en probar. Por eso lo traigo esta noche, para que os animéis!
Bueno, comienzo contando que estas ganas de sauna me vinieron desde hace ya algunos años, con la típica sauna de gimnasio gratuita que te viene con la mensualidad. Me gustaba ir todas las semanas. Era una sola sauna y se compartía un día para los chicos y otro día para las chicas. Era también bastante pequeña. Pero aunque fuera minúscula, la sensación que tenía cuando salía después de una sesión era...oh.... buenísima... la semana se paralizaba para que te cogieras ese momento y salías como en una nube... maravilloso.
Más tarde, cuando encontré a mi chico, o él me encontró a mi, no sé... ese tema es para otro post.... en la primera cita me dijo "tú irías a una sesión de sauna con unos amigos? o te daría vergüenza?". En realidad, me quedé en shock porque no sabía si eso iba con otras connotaciones o qué! jajajajaj es que casi no lo conocía!!! jajajajaja. Una vez aclarado que entendía él por sauna le dije sin pensar "POR SUPUESTO!".
Al tiempo fuimos a la sauna y ayyyyy....! eso fue palabras mayores! TODA UNA SAUNA FINLANDESA en mi isla, y era enorme! y encima estaba en casa de su hermana! con lo cual... la disfrutamos cada vez que queramos. Ya sólo por eso, el chico mereció la pena, jijiji.
Esta sauna es de caldera de leña de verdad, nada eléctrico, con lo cual muchísimo mejor... ese olor a leña, que rico...