Buen lunes!
el tiempo en esta isla mía no deja de sorprenderme... hoy ha amanecido lloviendo por aquí por el norte, pero me apuesto a que la tarde estará espléndida.
Por aquí hemos pasado un fin de semana intenso y mágico... nos hemos traído a casa a nuestros respectivos sobrinos a que pasaran unos días con nosotros. Mirko y Saulo son dos niños muy diferentes pero muy especiales. Mirko es todo tranquilidad y Saulo es un torbellino. Mirko con 11 años ya es racional y Saulo, con 7, totalmente sentimental.
Cuando estoy con Saulo no puedo dejar de ver a mi hermana, y parece que vuelvo a mi infancia, viendo a Rebequita brincando por mi alrededor, inventando, revolviendo y riendo.
Ha sido intenso y agotador, nos viene genial, preparando motores para cuando seamos papis, pero ufff!!!! en más de un segundo, pienso: "y esto es para toda la vida!! quita, quita!" jajajajajajaja. Me imagino que son síntomas normales.
Ya tengo aprendida la regla número uno para los niños (más que nada porque todos mis hermanos son más pequeños que yo): HAY QUE CANSARLOS!!!!
pues ale! nos lo tomamos al pie de la letra: Viernes-mañana piscina; viernes-tarde expedición por las huertas de debajo de casa, viernes-noche paseo por el pueblo y juegos en la plaza. Sábado barbacoa en casa, sábado tarde-noche chapuzón en el mar mientras anochece!
Nos hemos quedado muertos, pero nos vino genial.
